Sebastián, profesor del
I.E.S. Mayorazgo, habló de la organización escolar existente y sus
consecuencias y aportó una experiencia que llevaron a cabo en el centro.
En los colegios nos
encontramos ante una organización monolítica y disciplinar en la que los
alumnos y alumnas no tienen nada que hacer por ellos mismos, pues deben seguir
las indicaciones de los maestros y maestras.
Como consecuencia, el
alumnado no tiene ninguna motivación para tener iniciativas propias.
Para cambiar la situación
deberíamos llegar a la participación en los colegios cambiando la organización
de los horarios, las materias, la metodología…para pasar de una cultura
disciplinar a una cultura democrática.
Sebastian explicó una
propuesta que fue llevada a cabo en el centro. Dicha propuesta consiste en que
varias clases de los distintos cursos coinciden en las horas de tutoría. Una
hora que casi nunca se aprovecha, lo que todos y todas conocemos como “hora libre”.
Este centro se planteó aprovechar
la hora de tutoría mediante asambleas en las que participaban diferentes grupos.
Existen dos tipos de asamblea:
la asamblea de clase, donde se tratan los temas relacionados con la clase, y la
asamblea general, donde se tratan las cuestiones generales de los distintos cursos
que participan.
En la asamblea general tanto
profesores y profesoras como alumnos y alumnas propones actividades, opiniones que
luego llevarán a cabo comisiones de trabajo, entendidas las estas como grupos de
personas que se organizan con la finalidad de que su trabajo repercuta en los demás.
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Huerto escolar.
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Cocina, donde los
alumnos y alumnas aprendían diferentes platos que luego ofrecían al resto del centro
en los recreos.
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Campañas para que
tomen conciencia de temas como la droga, el alcohol…
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Revista, en la que
podemos encontrar poemas, pasatiempos, las excursiones y actividades que se han
realizado…
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Tablón de libre expresión.
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Radio escolar
En cada un a de las comisiones
había un maestro o maestra que participa como uno más. El papel de los docentes
es de facilitadores.
Hay una dirección
horizontal y no vertical, y esto hace que los niños y niñas se relajen, pues todos
son iguales.
En las comisiones los niños
y niñas aportan sus ideas, tienen iniciativa propia y no hacen las cosas para
que le guste al profesor o profesora que al final será quien ponga una nota al
trabajo realizado.
En esta hora, no tienen que
preocuparse de la “nota” ya que estas
actividades no llevan calificación. Esto causa una gran motivación en los
alumnos y alumnas pues hacen cosas que les gustan y además no llevan “nota”.
No hay mayor motivación que
hacer algo con ganas, por que te apetezca y te guste hacerlo, lejos de la
presión de si le va a gustar o no al maestro o maestra.
Lo difícil es conseguir que
los alumnos y alumnas vayan al colegio motivados y motivadas. Esto tiene que
ver con la metodología que se utilice en clase, las distintas actividades y
tareas que se propongan y el grado de innovación y creatividad de estas. También
está relacionado con la evaluación, no se trabaja igual si los niños y niñas
realizan sus propias ideas y tienen iniciativa sin tener que estar pensando en
la nota que les pondrán, que haciendo las cosas para que le guste al maestro o
maestra.
Por otro lado, si la clase
está motivada no hará falta tener medidas de disciplina con ella.
Para finalizar os dejo un
enlace que he encontrado sobre este proyecto del I.E.S. Mayorazgo: http://vimeo.com/3038996